El arrepentimiento de algunas actrices de la industria pornográfica puede deberse a una combinación de factores personales, sociales, psicológicos y profesionales. Aunque no todas las personas en esta industria se arrepienten de sus decisiones. Lana Rhoades. Era conocida como una de las actrices más populares y exitosas de la industria del NOPOR. Luego renunció y expuso las impactantes y Sucias Verdades detrás de la industria:
1. Trato brutal: Describió una escena como la experiencia “más brutal, deprimente y aterradora” de su vida. Recibió un puñetazo en la cabeza durante el rodaje e incluso detuvo la escena debido al dolor. Muchos artistas sufren la violencia, a menudo en silencio.
2. Las mentiras que dicen: Admitió haber mentido sobre su gusto por las escenas, diciendo: «¡Lo hago porque me gusta!» En realidad, se sintió obligada a cumplir con las exigencias de la industria para ganar “fama”. Esta fachada es común entre los artistas.
3. Degradación y enfermedad: Fue filmada mientras tenía 39 de fiebre. No se le permitió irse, lo que demuestra cómo la salud y el bienestar de los artistas a menudo se ignoran en favor de las ganancias.
4. Abuso de sustancias: La “vida glamurosa” de una estrella p*rno las lleva a un ciclo de adicción a las dr*gas y al alcohol, dejándolas en un estado de depresión extrema. Esta es una realidad trágica para muchos en la industria. y una de las princiopales razones por las que muchas mueren de forma trágica por suicidio y depresión.
6. Encubrimientos de enfermedades: Las artistas destacaron los encubrimientos que rodean los brotes de VIH dentro de la industria. Muchas afectadas no son contabilizados y la industria prioriza las ganancias sobre la salud. El p*rno en sí es una enfermedad para la humanidad.
7. Explotación infantil: Muchos gigantes corporativos continúan beneficiándose de la hipersexualización, Y lamentablemente, los términos de búsqueda relacionados a ello aún prosperan en línea, lo que demuestra la negligencia de la industria hacia la seguridad y la ética.
En definitiva La industria del p*rno es en sí una grave enfermedad para la humanidad. Hace creer que las escenas son reales e incentiva a hombres y mujeres desde jóvenes a perseguir experiencias efímeras y sin amor que NO te harán sentir feliz ni pleno.